España está seca


La sequía sigue protagonizando el año meteorológico en la casi totalidad del territorio español. Los embalses peninsulares se encuentran al 35% de su capacidad, los incendios forestales están destruyendo la «España verde» y las comunidades autónomas norteñas están sufriendo restricciones de agua por primera vez en medio siglo. En Navarra y el País Vasco, la falta de lluvias está llegando a límites extremos, informan Isabel Camacho y Carmen Gurruchaga. Euskadi ha pasado de ser la zona más lluviosa de España a convertirse en lo que se ha dado en llamar «la Euskadi tropical». En esta época, las temperaturas alcanzan una media de 27 grados. Los niños desconocen el famoso «sirimiri» o calabobos, presente hasta hace unos años en los otoños vascos. La lluvia ha sido sustituída por un cielo completamente raso trayendo consecuencias nefastas para el campo y la población.

A la enorme cantidad de incendios forestales se han unido las restricciones de agua, algo insólito en esta zona del país, que sufren Bilbao, Vitoria, Tolosa y San Sebastián. Esta última de manera obligatoria, ya que su agua no es apta para el consumo debido n la bajada del caudal de la presa del Añarbe. La sequía ha obligado al consorcio de aguas del Gran Bilbao y al de aguas municipales de Vitoria a restringir su suministro de agua, desde el pasado 9 de octubre, entre las 24,00 horas y las 06,00 horas. A partir del próximo domingo, las restricciones se aumentarán a dos horas más. En Cantabria y Galicia la situación no es mejor. 

Más de 3.000 hectáreas de monte han ardido en la comunidad cántabra desde que se inició, el pasado día 20, una oleada de incendios, informan J.Fernández y F.Villalba. La sequía que afecta a Cantabria desde hace meses, calificada como la «sequía del siglo», contribuyó a la rápida propagación de los fuegos. Los incendios, en su mayoría provocados, han quemado un total de 2.700 hectáreas, ocasionando daños valorados en 900 millones de pesetas. A pesar de que los pantanos cántabros se encuentran al 17% de su capacidad, la Diputación mantiene que el suministro de agua a todas las poblaciones está garantizado.

Por otra parte, 200 localidades de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, con una población cercana a los 40.000 habitantes, se encuentran en estado de alerta roja a causa de la sequía, informa Europa Press. La provincia más afectada es Salamanca, donde existen problemas para abastecer de agua a 52 municipios en los que viven más de 18.000 personas. Pueblos de Avila, Burgos y Palencia están en la misma situación y en algunos de ellos- el abastecimiento de agua se realiza mediante camiones cisterna. Los quince embalses de la cuenca del Duero se encuentran al 8,6% de su capacidad, unos 232 hectómetros cúbicos de los 2.683 que admiten. 

Entretanto, los embalses peninsulares registran, en su conjunto, una capacidad de 15.140 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone el 35% del total y el 77% con respecto al mismo periodo del año anterior, según datos facilitados por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU). Durante la última semana, la reserva hidráulica ha disminuído 168 hectómetros cúbicos, el 0,4% de la capacidad total de los embalses. A esto hay que añadir que el 70% de los embalses peninsulares tienen una deficiente calidad de agua debido al exceso de nutrientes, como nitrógeno y fósforo, procedentes de aportes urbanos e industriales, según ha denunciado recientemente Narcís Prat, catedrático de Ecología de la Universidad de Barcelona.

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