Sister Act el musical

Todavía no relucen las lentejuelas de los trajes de divas de música disco, tampoco los hábitos de monja hacen su aparición. Ni siquiera la iglesia a la que llega Deloris, el personaje protagonista de Sister act, donde se desarrollará toda la trama. 

Pero el equipo de 80 personas que conforman Sister Act prepara sin descanso el espectáculo antes de llegar al céntrico Teatro Tívoli. Ensayan en la Nau Ivanow, donde se fragua el que será el primer musical en castellano del gran éxito que protagonizó Whoopi Goldberg en 1992.

Desde septiembre el equipo prepara el salto a los escenarios españoles de la comedia americana que desde su estreno ha sido representada en Broadway y el West End londinense. Dos plantas más arriba de donde tienen lugar los ensayos, un equipo de vestuario trabaja a contrarreloj para que todo esté a punto para el estreno, la semana que viene. 


Allí, las lentejuelas en oro y plata de la ropa se mezclan con el riguroso negro de los hábitos de las monjas de iglesia. Un total de 190 vestidos y más de 1.000 complementos aguardan en sus respectivas perchas junto a ser probados, arreglados y por fin trasladados a escena.

El español y el inglés se mezclan en las indicaciones que reciben las actrices en uno de los ensayos del espectáculo producido por Stage Entertainment y El Terrat. Mireia Mambo (Deloris), Àngels Gonyalons (la madre superiora) y Fermí Reixach (Monseñor), acompañados de las actrices que interpretan a las monjas del convento, preparan dos escenas en el espacio de ensayos.

Mireia Mambo, la Whoopi Goldberg del musical, entra en escena con el mismo desparpajo que derrochaba la actriz norteamericana en la cinta de principios de los 90. 


Ataviada con un bolso de largos flecos y unas botas por encima de la rodilla con gran plataforma, Deloris, una cantante de música disco que es perseguida por presenciar un asesinato, llega a un convento en el que se esconderá una temporada. "Es una todoterreno. 

No para porque quiere llamar la atención y ser el centro, quiere brillar por sí misma, sabe que tiene talento y quiere llegar lejos", comenta Mambo.

Ella no es estrafalaria, ni habla con esa chulería que destila Deloris, pero al igual que la cantante de la ficción, no cesa en conseguir su sueño: "Hoy hace falta mucha gente como ella, que eche narices a las cosas", confiesa. 

Eso fue precisamente lo que hizo la actriz de 25 años que, tras formar parte del elenco del musical High School Musical, decidió continuar su formación en Londres, donde pudo actuar en Regent’s Park Open Air Theatre, una de las joyas de la escena británica y posteriormente formar parte de Charlie y la fábrica de chocolate, dirigida por Sam Mendes, realizador de películas como American Beauty o Skyfall. 

"Yo no pensaba que tenía un lado cómico dentro pero debe ser que sí. Me dicen mucho durante los ensayos que confíe en mi instinto, que no le he estado dando la salida que debería y cada vez me doy más cuenta de que tengo que dejarme llevar", confiesa.

A pesar del esfuerzo, la alegría que derrocha gran parte de los números hace menos ardua la carrera de fondo hasta el estreno. 


A algunos les resulta más complicado que a otros. "Nunca he hecho teatro musical así que está siendo muy duro. Además acabo de ser madre y se pierde toda forma física. Está siendo un gran entreno en lo vocal, físico, y mental", comenta la actriz Sílvia Abril, que encarnará a María Lázaro en el espectáculo.

Por su parte, Àngels Gonyalons define el espectáculo como "terapéutico". "En comedia musical acabas situándote inevitablemente en un estado de ánimo, te implicas, te lleva. Así que es terapéutico para el público y también para el actor", comenta la actriz Àngels Gonyalons.

Cuando Deloris es recibida por la madre superiora (Gonyalons) a su llegada al convento, ésta la obliga a abandonar todo lo que recuerda de los placeres cotidianos, excepto uno: la música. "La madre superiora es el contrapunto de Deloris, es el personaje necesario para crear el conflicto. El choque de mundos hace que enriquezcan mutuamente. 

Trabajamos en esa línea tan fina que separa la estridencia de la alta comedia. Allí donde saben moverse tan bien el mundo sajón, como Neil Simon o Billy Wilder, con un tono de verdad y credibilidad", dice Gonyalons.


Rita Heiligenthal, la directora de escena asociada, da las ultimas indicaciones del día a los actores tras casi ocho horas de trabajo intenso y da paso a la interpretación de Es tu voz, una de los momentos álgidos del musical. "Lo bueno es que las monjas tienen que tener fuego en el show, y esto es precisamente lo que Deloris, la protagonista, saca de ellas", explica.

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