Con tan solo 13 años ya es un prodigio del violín
Con tan solo 13 años, la violinista española Elina Rubio se
convirtió en el primer menor de edad en ser admitido en el siglo de historia de
la prestigiosa Universidad alemana Hochschüle für Musik Carl Maria von Weber de
Dresde.
De padre español y madre violinista búlgara, vivió con naturalidad la
música clásica desde los cuatro años y ahora, con 18, cuando los demás alumnos
inician sus estudios superiores, se acaba de graduar cum laude.
Un largo e intenso recorrido en el que, además de su madre,
su padre Richard, hijo de inmigrantes españoles en Francia, ha tenido mucho que
ver. Cuando todavía niña fue admitida para cursar sus estudios, él dejó su
trabajo y se trasladó con ella a vivir a Dresde.
Ambos ocupan un pequeño
apartamento abuhardillado en una apartada zona de la ciudad. Elina ha podido
financiar sus clases con becas de las Juventudes Musicales y de la Fundación
Mapfre, y pagado la considerable suma de 250.000 euros del alquiler de su
violín gracias a la ayuda de un mecenas español y otro suizo.
Es muy posible que ahora, tras el éxito de su graduación,
comience la carrera musical de una joven genio española, que según nos relataba
no conoce lo que es tener vacaciones.
"Cuando mis padres me enviaban una
semana a casa de mis abuelos en Bulgaria sin el violín para descansar, sacaba
por las noches las partituras de los próximos conciertos y las estudiaba hasta
el amanecer. Eso para mí era mejor que las vacaciones".
¿Cuándo supiste que ibas a ser violinista?
Era algo que estaba previsto que ocurriera, pues
la música se vivía en mi familia. Recuerdo, cuando mi madre, que era
concertista en la orquesta de Elche, traía músicos a dormir a casa, yo siempre
pensé que me convertiría en uno de ellos. Mis modelos son mi profesor, Igor
Malinovsky, y el ruso David Óistraj.
¿Qué pudieron ver en una niña de 13 años en una Universidad
en la que solamente admitían a adultos?
No era muy consciente de lo qué ocurría, simplemente hacía
las cosas con naturalidad y sin miedo. El primer paso para el fracaso es sentir
miedo, el jurado lo nota. Solo tenía claro que quería estar a gusto con el
público, conmigo misma y con el violín.
¿Qué te ha resultado lo más duro estos años?
Pues creo que nada. He disfrutado con todo lo que he hecho.
Había tanto que aprender, incluido el idioma, que la recuerdo como una época de
grandes cambios, pero no de sufrimiento. Me ayudó el pensar lo que me decía mi
madre: "Si haces algo nunca vas a perder, siempre vas a aprender".
¿Serás la gran violinista española?
En el mundo de la música además de trabajar muy duro y
poseer nervios de acero, hay que tener suerte para que tu nombre sobresalga. Mi
meta ha sido siempre ser una violinista, concertista solista. Y sigue siéndolo.
¿Se puede distinguir el talento desde tan joven?
En un niño se distingue enseguida por su oído, por su gusto
por la música y en cómo entiende las estructuras musicales. Cuando, en mi caso,
dicen que tengo talento, lo que creo es que hay un gusto innato por la música,
y por ello he hecho el esfuerzo de entenderla y desarrollarla.
¿Cuánto tiempo dedicas al estudio?
Para un músico resulta una pregunta extraña, porque
dedicamos toda la vida. No quiero que la gente piense que soy un robot, estudio
a diario, pero lo hago porque quiero desarrollar algo, no porque deba.
¿Domingos incluidos? Pues sí.
Un consejo para la gente joven que desea hacer de la música
su vida.
No convertir su hobby en una obligación, porque acabarán
destruyendo toda la motivación inicial.
"Tengo un gusto innato por la música y por ello he
hecho el esfuerzo de entenderla y desarrollarla"
Comentarios
Publicar un comentario