La gran estrella longeva de Star Trek
La comunidad Trekkie –la fraternidad que une a los fanáticos
del universo Star Trek– llora estos días la pérdida de Olaf Pooley.
Intérprete
del clérigo en Blink of an Eye, décimo segundo episodio de las sexta temporada
(1995-2001) de esta popular serie televisiva creada en 1965 por Gene
Roddenberry,.
Pooley también participó en otro de los hitos de la ciencia
ficción de la pequeña pantalla: la serie inglesa Doctor Who. En efecto, en este
gran éxito de la BBC –es el serial británico que más décadas ha permanecido en
antena– recreó al profesor Stahlman en su última temporada, Infierno (1970).
Fallecido recientemente de una insuficiencia cardiaca, en
sus 101 años de vida a Pooley –hasta su muerte el intérprete más longevo de
Star Trek– no le faltó tiempo para intervenir esporádicamente en algunas de las
teleseries más populares del último medio siglo. Canción triste de Hill Street,
MacGyver o La doctora Quinn sólo son algunas de ellas.
Nacido en Dorset (Reino Unido) en 1914, Olaf Pooley fue
estudiante de arquitectura y pintura en Londres y París. Con el tiempo llegaría
a exponer sus lienzos con cierta regularidad en una galería de Mallorca hoy
desaparecida y su primer trabajo en el cine fue como dibujante de decorados en
los estudios Pinewood.
Ese mismo cometido le llevó al teatro, donde descubrió
la interpretación. Y lo hizo con tanto acierto que no tardó en sobresalir en un
montaje de Noel Croward: Peace in Our Time. Distintas versiones de Doce hombres
sin piedad, La Tempestad u Otelo fueron otras de las obras en las que se
aplaudió a Pooley en los escenarios del West End londinense.
Fue allí donde
conoció a su primera esposa, la actriz Irina Hall. En aquel tiempo, invitado
por la Royal Academy of Dramatic Art –uno de los conservatorios más
prestigiosos del mundo–, llegó a dirigir a un incipiente Anthony Hopkins en The
Waltz of the Toreadors y trabó una gran amistad con Alec Guiness.
Pero a Olaf Pooley el reconocimiento internacional habrían
de dárselo las dos pantallas, a las que llegó a finales de los años 40. Al
punto colaboró con algunos de los realizadores más destacados del cine inglés.
Con Ken Annakin lo hizo en la comedia The Huggetts Abroad (1949); con Roy Ward
Baker, en el thriller Armas secretas (1950) y con Michael Anderson en el drama
Hell Is Sold Out (1951).
En cuanto a la televisión, sus primeros personajes
discurrieron entre esos espacios dramáticos reservados a los actores
procedentes del teatro y esas propuestas fantacientíficas que causaban furor en
la antena británica desde el éxito conocido en el verano de 1953 por
Quatermass, la gran creación del guionista Nigel Kneale para la BBC.
Muy acorde con la jovialidad que imperaba la época, ya en
los años 60, Pooley participó en cintas tan excéntricas como El club de los
asesinos (Basil Dearden, 1969), antes de que su intervención en Doctor Who le
catapultara al Olimpo de la ciencia ficción catódica.
En su nuevo estatus
escribió y dirigió una comedia familiar The Johnstown Monster (1970). Mayor
atención merece su actividad como guionista de cine de terror. Iniciada con The
Corpse, dirigida en 1971 por Viktors Ritelis, prosiguió en cintas como ¡O una
maldición del infierno!, realizada en 1980 por Gabrielle Beaumont, segunda
esposa de Pooley.
Instalado en Estados Unidos en 1986, ella sería quien habría
de dirigirle en una buena parte de su filmografía televisiva. Tales fueron los
casos de sus intervenciones en series como La ley de Los Ángeles (1992) y de
telefilmes como El señor de las bestias 3:
El ojo de Braxus (1996). Retirado de
la interpretación desde 2001, Olaf Pooley dedicó sus últimos años a la pintura,
que practicaba en su estudio de California.
Fue padre de la actriz Christie Pooley y del humorista
Seyton Poley. Su nieta, la joven intérprete Juliet Holland-Rose, prosigue la
tradición familiar.
Olaf Pooley, actor nació en Parkstone, (Dorset, Reino Unido)
el 13 de marzo de 1914 y murió en Santa Mónica, (California, EE UU) el 14 de
julio de 2015.
Comentarios
Publicar un comentario