El rock y la oscuridad

La exposición «El pop y las estéticas juveniles en los ochenta» del fotógrafo Miguel Trillo, que ayer inauguró en Logroño la VII Muestra Nacional de Nuevos Panoramas, Iberpop 90, es una perfecta completa y subjetiva muestra de esas estéticas urbanas. Imágenes conectadas a buena parte de los personajes que durante el día de ayer participaron en este festival anual del pop nacional.

Unas ciento cincuenta fotografías, en su mayoría retratos, de jóvenes anónimos -los famosos están reservados para las proyecciones de diapositivas, paralelas a lo que es la estricta exposición- que conforman la historia de un amplio sector de los que ahora son jóvenes y en aquellos años eran adolescentes. Instantáneas con fondos callejeros y casi siempre nocturnos, que hacen recordar locales míticos como las salas Morasol, Carolina o el Rock Ola. El Rock Ola es protagonista, escenario de muchas de las mencionadas diapositivas de conciertos históricos. Grupos que compusieron la «Nueva Ola madrileña» y personajes como Alaska -la de hace diez años, o Santiago Auserón -cantante de Radio Futuraentre otros, componen esta retrospectiva de los últimos diez años.

Tras la proyección de la película Algo Salvaje del director Jonathan Demme, en la que pudimos apreciar los resultados de esa mezcla explosiva entre la frialdad neoyorkina de David. Byrne y el calor caribeño de La Reina, Celia Cruz, pudimos escuchar las opiniones de dos de los cantantes con estética más marcada del panorama poprock español: Loquillo -de Loquillo y los Trogloditasy Germán Coppini. Ellos dos, junto a Esteban Lines, del diario La Vanguardia, abriendo el fuego del ciclo de mesas redondas «El reto del pop español ante una Nueva década», debatieron sobre el reto artístico. Un asunto que, según allí se comentó, queda, en ocasiones, desplazado por la creciente preocupación comercial de compañías de discos, managers que pueden dificultar la creación musical del artista. El concierto de Loquillo y los Trogloditas, una de las bandas que más han destacado en este último año, a punto de alcanzar el récord de ventas de discos nacional en directo, con su última entrega: A por ellos, que son pocos y cobardes, abrió ayer noche la serie de actuaciones de Iberpop 90.

Dos mil espectadores demostraron una entrega previa e incondicional hacia el grupo barcelonés, y haber aprendido perfectamente todas y cada una de las canciones allí interpretadas. El grupo que, como se anunció hace unos meses, ya no contará más entre sus filas con la presencia de uno de sus componentes fundamentales, letrista de la mayoría de los temas, Sabino Méndez, demostró que llegar al gran público y vender más discos que nadie sirve, aparte de para comprar descapotables, ligar y beber buen «bourbon», para mejorar con creces la técnica y energía vital de las actuaciones en directo.

Comentarios

Entradas populares