Joaquín Cortés el gitano que se lía con payas

Se lo preguntan las revistas, las agencias del corazón y hasta los entusiastas del espectáculo flamenco en versión new age. ¿Qué ha sido, o mejor, que es de Joaquín Cortés? El coreógrafo y bailarín español que revolucionó las palmas y las poses clásicas se ha rodeado más de misterio que nunca: tanto en amores como en trabajo.

La pasada madrugada del domingo, hora española, reventaba a aplausos el Dorothy Chandler Pavillion durante la ceremonia de entrega de los Oscar. Dicen que hasta Gwyneth Paltrow, vencedora por actriz y por guapa, taconeó en el patio de butacas con sus zapatos Calvin Klein. Y es que a Hollywood se le cae la baba por Cortés. Y las últimas noticias, cuentan escuetamente desde Sagliocco Group, su oficina en España, son que Joaquín Cortés, por su parte, está igual de embabado con el sueño americano.

En amores, sus últimas historias no se han hecho tan públicas como su liason con Naomi Campbell. Recientemente se le pudo ver por las calles de Manhattan paseando con otra latina, Jennifer López, 29 años, una actriz de origen puertorriqueño criada en el Bronx, más conocida de espaldas que de frente (ha sido elegida como el mejor trasero de América). Y eso que hace pocos meses la novia de Cortés era la voz cantante de Greta y los Garbo. El paseo tal vez sería porque Jennifer acaba de grabar un disco, Gypsy (Gitano), producido por Emilio y Gloria Estefan, y en uno de los vídeos musicales aparece un Cortés más bailaor que nunca. Por tanto, no sería de extrañar que la relación de Cortés y Jennifer se inclinara hacia otras cuestiones, dado el gusto del bailarín por las mujeres latinas y de fuerte personalidad. Apasionadas como Naomi Campbell, pasionales como María Pineda, sensuales como la modelo brasileña Luciana Giménez (relacionada con Mick Jagger y con Cortés por la prensa carioca) de carácter como López...

Desde hace dos meses y medio, Joaquín Cortés ha fijado su residencia en Manhattan: Nueva York es su nuevo tablao, donde ya taconea a sus anchas. «Soy un ciudadano del mundo», se le ha escuchado repetir recientemente. Y no sólo aspira a comerse la Gran Manzana: ha empezado a buscar casa en Los Angeles porque, además del nuevo espectáculo internacional en el que trabaja, la industria del cine está esperando que Cortés se decida por algún guión para lanzarle a la gran pantalla. La razón de esta mudanza americana, según Pino Sagliocco, su agente, es más bien breve: «Le quiere la cámara», asegura simplemente. Y de soltar prenda, ni hablar. En abril se presentará a lo grande en Nueva York lo nuevo de Joaquín Cortés.

Lo que sí sabe es que el bailaor cordobés participará en la ceremonia de apertura del VII Mundial de Atletismo, que se celebrará en Sevilla el próximo 20 de agosto, donde interpretará una coreografía que ya casi tiene lista. «Me estoy preparando para los cien metros», bromeaba el jueves durante la presentación. «El espectáculo seguirá mi línea, va a ir por ahí, aunque será otra cosa. Si representamos a Andalucía ante el mundo, qué mejor cosa que el flamenco», terminó diciendo. Joaquín Cortés se prepara para taconear el sueño americano. ¿Cómo dará en la cámara de Woody Allen?

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