Los obispos dicen que Madonna es muy repetitiva

La inminente aparición de Madonna en Italia, enfundada en «guepiéres» de Jean Paul Gaultier, desagrada profundamente a los obispos italianos. La agencia SIR, portavoz de la Conferencia Episcopal Italiana, «haciéndose intérprete de un estado de humor presente en el mundo católico» a raíz de la próxima llegada a este país del «Blond Ambition Tour», critica el «show» de la «star» americana calificándolo de ofensivo, «no sólo por los símbolos y los valores que evoca, sino también por el mal gusto con que está realizado».

Improvisados críticos musicales, los obispos italianos, ésta vez no han lanzado anatemas contra la intérprete de Like a virgin desde el punto de vista moral. Su descalificación más sutilmente se dirige hacia la estética «kitsch» y repetitiva que presenta el nuevo espectáculo de Madonna. «Hemos visto centenares de veces los crucifijos de Madonna -dice la nota de la agencia SIR- desde el principio de su carrera y nos maravilla que puedan constituir todavía motivo de interés». «El contenido de este nuevo espectáculo -continúan los neófitos y aguerridos comentaristas- causa pena por su pobreza». El parecer negativo que llega del púlpito (¿cuántos monseñores habrán visto ya el «Blond Ambition Tour?) por una vez concuerda extrañamente con el lenguaje de los críticos musicales que aseguran que «el pecado» de Madonna no es ésta vez el de la transgresión formato familia, sino en el de la falta de creatividad y el sabor a vieja disco music que adquieren a distancia de poco tiempo sus antiguos éxitos musicales. El loable intento de educación al gusto musical de los obispos, sin embargo, termina pronto. 

La nota, abandonada cualquier pretensión estética, pone en guardia sobre la impotencia educativa de algunas formas de hacer espectáculos, denunciando el vacío que está detrás del «show-business» que muy a menudo puede contaminarse de otro gigantesco «business»: la droga, según el guión preestablecido en estos casos. Estas son las opiniones que llegan desde dentro de las Puertas de Bronce en vísperas de los conciertos de rock del verano 90 en Italia, que tendrá como protagonistas también a Prince y Rolling Stones, representantes según la SIR de las «miserias del mundo del espectáculo». Por su parte, el periódico católico Avvenire no deja de ocultar su satisfacción ante el supuesto «fracaso de ventas de billetes para el verano rock» y la alegría que produce en cambio ver como los «jóvenes italianos hayan preferido gastarse el dinero en las entradas para el Mundial que finaliza el próximo sábado antes que en las de los conciertos del pop-transgresivo».