El divorcio más caro de la historia

Andrew Lloyd Webber, el compositor que revolucionó el género musical con Jesucristo Superstar, Evita, Cats y El fantasma de la ópera, haciendo que el epicentro del género pasase del Broadway neoyorkino al West End de Londres, se divorcia por segunda vez. La ruptura sentimental le va a costar unos 25.000 millones de pesetas. Sin embargo, no va a quedarse arruinado: la fortuna personal de Lloyd Webber supera los 50.000 millones de pesetas. Andrew Lloyd Webber tiene tres hijos de su primer matrimonio con una mujer conocida en la prensa popular como Sara I. La pareja se rompió cuando Webber se enamoró de la cantante Sara Brightman, Sara II para los tabloides. La noche en la que Sara II triunfaba con el estreno de El fantasma de la ópera, dicen que Sara I lloraba, junto a su suegra, cenando patatas fritas en la cocina de su casa. 

Sara II no llorará mucho: No se sentía identificada con los gustos de Webber, un tanto horteras, y se está planteando volver a la música pop. El nuevo amor del compositor de los musicales de más éxito en las últimas décadas y del himno del Partido Conservador se llama Madeleine Gurdon. Tiene 27 años, trabaja como decoradora, y es amiga personal de la princesa Diana de Gales. Andrew Lloyd Webber afronta el, cambio de pareja cuando se encuentra a punto de cerrar unas negociaciones que pueden ser noticia de primera página dentro de poco. Al parecer, el compositor ha llegado a un acuerdo para que el director y «rey Midas» norteamericano Steven Spielberg, dirija la versión animada de Cats y para que Madonna protagonice la versión cinematográfica de Evita.


De confirmarse la presencia de la popular Madonna, se cenarían años de especulaciones con media docena de grandes estrellas aspirando al papel, incluida Eleine Paige, que fue Evita en Londres y ahora es compañera sentimental de Tom Rice, el coautor con Webber de Jesucristo Superstar y de la versión musical sobre la vida de la esposa del presidente argentino Juan Domingo Perón. La gran fortuna personal de Andrew Lloyd Webber empezó a gestarse a partir de Cats, el musical en el que nadie creía y por el que tuvo que hipotecar su casa mientras buscaba 200 personas que le dejasen dinero. Cats se estrenó hace diez años. 

El comentario general era que Cats iba a resultar un rotundo fracaso. «La obra no tiene argumento y la música es de segunda mano», se escuchó comentar en los pubs y restaurantes del West End, zona de los grandes teatros de Londres. Diez años después, Cats ha sido traducido a 10 idiomas y puesto en escena en 13 países. Sólo en Londres ha dejado en taquilla casi 11.000 millones de pesetas, y a Valerte, la viuda del poeta T.S. Eliot -premio Nobel y autor de Tierra baldía, que escribió Cats para sus sobrinos- la adaptación al género musical del pequeño libro que sin pena ni gloria editó Faber and Faber en 1940 le devenga 400 millones de pesetas anuales en concepto de derechos de autor.

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