La felicidad está en ser como los demás

La relación con el celuloide de Lola Beccaria tiene dos extremos, la radical Fausto 5.0, de La Fura dels Baus, y la recién estrenada La tropa de trapo, de Álex Colls. ¿El nexo de unión? Quizá la tecnología. 

Porque esta cinta de animación se anuncia como la primera en 3D española, y pensada sólo y exclusivamente para los más pequeños. Basada en los personajes de la serie homónima de libros (publicada por Lupita Books), cuenta las aventuras de los peluches y, sin embargo, amigos Mumu, Rita, Milo, Talalo, Olga y Alfred.

Tecnología, pero también valores. ¿Una nueva Logse?

Es que a mí me parece esencial. Vivimos en una sociedad en la que la imagen es tan exigente que ha terminado por ahogarnos. De tal manera que si somos distintos nos causa problemas, no nos integramos, nos sentimos inadecuados y nos escondemos. O nos empeñamos en creer que la felicidad está en ser como los demás.

También se habla de la amistad.

Sí, porque [la vaquita de trapo] Mumu se va de casa huyendo de una vida y unos amigos que cree vulgares y corrientes, para seguir a unas ovejas (representación de esa tiranía de la imagen). Durante la aventura se da cuenta de que lo realmente maravilloso es ser distinto, porque eso te permite ser creativo.

¿Hay algo de la niña que fuiste en esta película?

Sé que están todos mis ideales, sueños y forma de pensar, pero no de forma consciente... A lo mejor, el hecho de haberme sentido siempre distinta, no haber encajado. Siempre me he sentido una exiliada en un mundo de los adultos que no entiendo. Cuando eres niño, no tienes muchas herramientas para expresarlo y esta historia tal vez se las proporcione, para que se sientan fuertes en su diferencia.

La cinta está dirigida a niños de tres a seis años. ¿Qué pasa con los padres?

Normalmente, el cine infantil juega a dos bandas, para que los adultos vayan y no se duerman. En este caso, lo revolucionario es haberse decidido por un target de niños muy pequeños. Ellos también necesitan tener sus historias.