Dos alicantinos crean lanzadores espaciales reutilizables
Raúl Torres y Raúl Verdú tienen 28 y 27 años y, además del
nombre comparten una misma pasión: los cohetes espaciales.
Ambos estudian
ingeniería a la vez que desarrollan un proyecto único en Europa, la creación de
dos tipos de lanzadores espaciales reutilizables y destinados a la
investigación científica y tecnológica.
Con sede en el Parque Científico de la Universidad Miguel
Hernández (UMH) de Elche, PLD Space, la start-up tecnológica del sector
aeroespacial fundada en 2011 persigue un claro objetivo: ofrecer acceso al
espacio con fines comerciales.
"Los pequeños satélites representan un
nuevo camino para muchas empresas que pretenden desarrollar y probar tecnología
en condiciones espaciales", explica Torres.
Este servicio de transporte de cargas mediante cohetes
lanzadores revolucionará los precios en el mercado gracias a la reutilización
de la mayoría de sus componentes, que no se destruyen durante el trayecto, y el
uso de combustibles líquidos en lugar de sólidos.
"En la guerra uno no
puede ir a buscar a territorio enemigo lo que ha quedado del misil, pero si se
trata de cohetes de uso científico o comercial, la reutilización es una opción
muy viable", advierte Torres.
Para ello, los estudiantes diseñan, calculan, fabrican y
montan dos tipos de cohetes. Por un lado el Arion I, que efectúa vuelos
suborbitales, es decir, que entre cinco y siete minutos alcanza unos 100 km de
altura y es capaz de transportar hasta 250 kilos.
"Puede que parezca poco,
pero es tiempo suficiente para alcanzar los niveles de gravedad casi nulos, que
sólo se obtendrían en la estación espacial internacional, a un coste mucho más
bajo", cuenta.
Por otro, el Arion II, un lanzador diseñado a partir de las
mismas tecnologías que el anterior, pero destinado a poner en órbita pequeños
satélites de entre 100 y 150 kg.
El sector científico, las agencias fotográficas, empresas
desarrolladoras de energía y componentes que luego irán, por ejemplo, a Marte,
o el mismo Google, que sin ir más lejos pretende crear una red internacional
proveedora de internet alrededor de todo el planeta, y la instalaría utilizando
este tipo de misiles de corto alcance.
Según Torres, los pequeños satélites y las pequeñas cargas de
pago orbitales están muy en auge.
"Por ejemplo, las agencias de
comunicación comercializan muchas de las imágenes que toman los satélites,
otros, como los científicos, necesitan este tipo de información en tiempo real
para analizar los niveles de contaminación, el cambio climático o ver el estado
de los bosques", expone este impulsor de la start-up. "Ese es nuestro
mercado", agrega.
Se prevé que de aquí al año 2020 se desarrollen unos 2.000
pequeños satélites alrededor de todo el mundo con el fin de hacer llegar al
espacio satélites de entre uno y 50 kilos.
El proyecto de PSLD Space promete alcanzar el éxito hacia finales de 2017 o principios de 2018 con su primer lanzamiento comercial.
El proyecto de PSLD Space promete alcanzar el éxito hacia finales de 2017 o principios de 2018 con su primer lanzamiento comercial.
Por
el momento, Verdú y Torres se focalizan en instalar el primer banco de ensayos
de motores-cohete de combustible líquido de España en el Aeropuerto de Teruel y
en el desarrollo de motores de propulsión líquida y reutilizable, para Torres,
"una de las partes más esenciales de este tipo de cohetes".
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