El sultán de Brunei es el hombre más rico del mundo pero un hortera

¿Dispone usted de 2,6 billones de pesetas? En caso afirmativo, usted puede desplazar al sultán de Brunei, como la persona más rica del mundo. . El sultán Hassanal Bolkiah, posee dos esposas, tres hijos, seis hijas, un palacio de 1.788 habitaciones, 200 ponies de Argentina y una fortuna de 25.000 millones de dólares (millón más, millón menos). Es el gran regidor de Brunei, un diminuto territorio con 200.000 habitantes, situado al norte de la isla de Borneo, con una superficie algo menor que la provincia de Madrid. Su buena fortuna consiste en vivir sobre una veta de petróleo que explotan conjuntamente la Royal DutchShell y Mitsubishi. Aunque le gusta aparecer en público con uniforme militar, su única relación con la milicia en toda su vida ha sido una donación de diez millones de dólares a la «contra nicaragüense» a través de una cuenta en Suiza.

La Reina Isabel de Inglaterra no ha tenido tanta suerte. Su alteza real ha heredado casi trescientos años de historia y una fortuna de 10.900 millones de dólares (un billón largo de pesetas). Isabel II tiene 64 años, durante cuatro décadas ha regido los destinos del Imperio Británico y, no sólo es la mujer más rica de Europa, sino de todo el mundo. 

Su imponderable riqueza proviene del patrimonio nacional británico del que ella es fiel guarda. Mas, he ahí la cuestión. Su alteza imperial puede administrarla, pero jamás venderla ni en trozos ni entera según establecen las leyes británicas. Por ejemplo, puede lucir en público, la corona y las joyas que tiene engastadas, pero sólo eso le fían. En el continente americano la mayor fortuna se ha construido sobre una plataforma de chocolate. 

Forrest E. Mars, 84 años, ha engordado a los norteamericanos con azúcar y carbohidratos desde principios de siglo, gracias a la venta de los Snickers, los Raiders, y, sobre todo, los M&M. Los últimos cálculos indican que el señor Forrest dejará a sus tres hijos una herencia de 13.000 millones de dólares (1,35 billones de pesetas). Este año, habrá que ver cómo termina Forrest en la clasificación de los personajes más ricos del mundo. Donald Trump, celebérrimo por su megalomanía, inauguró recientemente «el mayor casino del mundo» en Atlantic City -el Taj Mahal, en el que se supone que se negocian cada día más de 1.000 millones de pesetas. 

Hace tres años, la fortuna de Trump era de 3.000 millones de dólares, sin contar con los yates, y los edificios que ha abierto desde entonces. Salvo el caso de la Reina de Inglaterra, se podía decir que a principios de este siglo, las mayores fortunas del mundo correspondían a ilustres varones. Sea por la liberación femenina, por herencias o por el bien hacer de algunas representantes del sexo femenino, lo cierto es que cada día se incorporan más mujeres a las clasificaciones que decenas de publicaciones preparan todos los años sobre los apellidos «afortunados». Dos españolas, Alicia y Esther Koplowitz, han visto cómo su apellido comienza a aparecer en los mejores podios de la riqueza. Su imperio constructor está valorado en 130.000 millones de pesetas, imperio que heredaron a la muerte de su padre Ernesto Koplowitz. Se piensa que reúnen la sexta fortuna femenina de Europa. 

Delante de ellas están Johanna Quandt, también llamada «la señora BMW», porque controla el 66% de una de las más cualificadas compañías de automóviles del mundo. Tras la muerte de Herbert Quandt, también heredó un paquete de acciones de DaimlerBenz, fabricante de los sólidos Mercedes, y se dice que vive en una residencia de 50 habitaciones de las cuales parte todos los días para su oficina en Wiesbaden en su relampagueante BMW.

Otras grandes fortunas femeninas de Europa son la Reina Beatriza de Holanda, con 4.700 millones de dólares (medio billón de pesetas), Grete Schickedanz, quien dirige la compañía de mensajería, Quelle, que es una de las más poderosas del continente. La pequeña Attina Onassis, con sus cinco años de edad, puede decir que es la niña más afortunada del mundo. Tras la muerte de su madre, Cristina Onassis, heredó 90.000 millones de pesetas. Sin embargo, no podrá hacerse cargo de ello hasta que cumpla los 18 años. 

Probablemente, una de las clasificaciones más ingeniosas es la que hace la revista alemana Members todos los años, donde reúne a los ricos y a los que, si no ricos, por lo menos lo aparentan. Entre los primeros está Silvio Berlusconi hombre de negocios italiano, con una fortuna de 300.000 millones de pesetas. Members además le adjudica la siguiente semblanza: vive en una hermosa residencia, tiene mucho dinero, es un nuevo rico, patrocina las artes, es un excelente anfitrión, es ingenioso, inteligente, divertido y dispone de un yate privado. Se dice que la fortuna masculina más importante de Europa es la de Gerald Grosvenor, 38 años, sexto Duque de Westminster y descendiente de Guillermo el Conquistador. 

Desde 1677 hasta nuestros días, su apellido ha ahorrado unos 6.900 millones de dólares (más de 700.000 millones de pesetas). El periódico The European dice que su imperio inmobiliario se extiende por tres continentes.

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