Donald Trump ha dejado de ser billonario

La revista americana Forbes Magazine ha desbancado del pedestal de los billonarios a Donald Trump, por hacerse pasar por uno de los hombres más ricos de América cuando su fortuna real -deduciendo préstamos, intereses y otras deudas- no supera los 500 millones de dólares. Esta revista ha hecho la revelación poco después de que informase que Donald Trump era poseedor de un imperio valorado en 1,5 billones de dólares. Concretamente, su última inversión, el casino Taj Mahal, ha puesto de manifiesto la fragilidad del imperio de Trump.

Para financiar los 228 millones de dólares que pagó al hombre de negocios Merv Griffin por la compra de este casino, tuvo que emitir «bonos basura» por valor de 675 millones. «Será un enorme éxito», pronostica. Pero sus colaboradores, la Comisión de Control de Casinos de Nueva Jersey y especialistas en finanzas de Wall Street no están tan seguros. Su nuevo local de juego tendrá que superar los 1.200 millones diarios de ingresos para cubrir costes.

Hazaña imposible, si se considera que 1989 fue un año de pérdidas para la industria de los casinos de New Jersey. Además, de la cantidad real que Forbes Magazine asegura que posee el rico norteamericano habría que descontar los 25 millones de dólares que su mujer, Ivana, solicita como pago a por su divorcio. Por otra parte, para adquirir el puente aéreo que posee, el magnate tuvo que pedir préstamos bancarios por valor de 365 millones de dólares. 

Otra prueba más que revela el momento delicado por el que atraviesa Trump es el hecho de que el magnate neoyorquino ha comenzado a deshacerse de aquellos negocios con los que corre el riesgo de perder millones de dólares. Al parecer, Trump no reconoce sus deudas ante la opinión pública y quiere dar a entender que se trata de un nuevo y extravagante juego. El millonario piensa que lo que más vale es el dólar en efectivo y que eso es lo que busca para invertir en negocios, que sin riesgos serán máquinas de hacer dinero de aquí a algunos años. No obstante, la opinión pública americana, así como expertos en finanzas, aseguran que Trump disculpa el mal porvenir de algunos negocios -como es el caso del Taj Mahal- contando historias increíbles de futuras inversiones.

Parece que al magnate lo único que le importa es continuar imprimiendo su nombre en todas las mentes americanas, cultivando su relación con los periódicos, para que éstos sean meros portavoces de lo que él quiere contar y anunciando sus falsas amistades con las casas reales europeas. Trump ha ido montando su imperio y nadie se ha podido interponer... Torres de apartamentos en Manhattan, centros comerciales, hoteles, un puente aéreo, un imperio en Atlantic City -ciudad en la que es propietario de tres casinos- y un yate lujosísimo que perteneció a Khashoggi. Ahora, no obstante, todo podría venirse abajo.

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