La adicción al juego se ha disparado

¡Emociones fuertes! ¡Hay 500.000 dólares en busca de dueño! ¡Aquí se sentirá en familia! Están ahí, a un par de clicks de distancia, anunciando con letras doradas sus réplicas virtuales de los casinos de siempre. O ofreciendo la posibilidad de jugar al pócker con un japonés, un griego y una argentina. O retando a aceptar apuestas que van de los resultados de liga... a los de las elecciones en EEUU. Pero al igual que los bingos o las tragaperras, las páginas de apuestas por Internet suponen una auténtica tentación para los adictos al juego. Así lo certifican desde la Asociación de ayuda a ludópatas de Bizkaia, Ekintza Aluviz, donde llevan un tiempo observando el incremento de los casos de adictos 'on line' que llaman a su puerta.

«Hemos tenido ya varios casos de ese tipo, especialmente de casinos on line», comenta José Manuel Vildosola, presidente de Ekintza Aluviz, «pero incluso hubo un chico que estaba enganchado al móvil y participaba en esos concursos de la televisión».

«El número de pacientes de momento no es alto», añade Estibaliz González, una de las dos psicólogas que trabajan en la asociación, «pero en unos años habrá un boom porque la ludopatía puede tener un período de maduración de 15 años o más y las apuestas por Internet son un fenómeno reciente».

El perfil mayoritario de estos nuevos adictos on line es el de un chico joven que normalmente no ha finalizado el período escolar.«Esto es peligroso porque los chavales caen en el aislamiento, desatienden los estudios...», comenta José Manuel Vildosola, «y hasta que empiezan a surgir problemas serios los padres no se enteran por la diferencia generacional en el uso de las tecnologías».«Y mientras, las administraciones no hacen nada contra algunas de estas páginas, o lo hacen sólo porque evaden impuestos», critica Vildosola.

Tras casi 15 años formando parte de la asociación -primero como paciente y después como voluntario- José Manuel Vildosola es un buen conocedor de las tendencias sociales en una de las adicciones menos estudiadas. «El 90% de quienes pasan por la asociación están enganchados a las tragaperras», comenta, «suelen ser mayoritariamente hombres y hemos notado una disminución en la edad media, que hace años superaba los 35 y hoy es de 28». No obstante, Vildosola relativiza el dato -por la asociación han llegado a pasar niños de 14 años- explicando que «a los de mi generación las tragaperras nos pillaron mayores, la gente de ahora ha nacido con ellas».

Pese a las diferencias -generacionales, de sexo e incluso de mecanismo de enganche- todos los pacientes pasan el mismo tipo de rehabilitación: terapias individuales y en grupo al estilo de Alcohólicos anónimos. «Aunque la modalidad sea distinta todos padecen un descontrol de impulsos», explica Estibaliz González, «así que lo ideal es la terapia cognitivo-conductual». Además de las que ofrece Ekintza Aluviz -en su sede de Barakaldo, calle San Juan, 26 bajo- existen otros tres grupos en Bilbao y uno en Ondarroa.

«Todo el trabajo debe hacerlo la persona», puntualiza José Manuel Vildosola, «pero yo suelo decir que se recupera el 100% de los que quieren». Vildosola reconoce que «por desgracia» ese porcentaje es cada vez menor «porque aumentan las poliadicciones». «Los casos de alcoholismo o consumo de hachís o cocaína son más complicados», añade, «hay que trabajar los dos problemas a la vez porque si no el fracaso está asegurado».

Tanto González como Vildosola explican que el trabajo con adictos al juego no es precisamente sencillo «porque es muy frecuente que mientan». «Esta enfermedad te cambia la personalidad, te creas una coraza y te vuelves soberbio y mentiroso», comenta el presidente de Ekintza Aluviz. «Eres capaz de hacer cualquier cosa por jugar: mentir a la familia, robar, engañar... incluso prostituirte», comenta. Es por ello que la asociación que dirige Vildosola también ofrece apoyo a familias de afectados.

«Quizás lo más fácil es dejar el juego, los problemas vienen a la hora de rehacer tu vida y lograr que tu familia vuelva a confiar en tí», comenta José Manuel Vildosola. Y eso sin contar las auténticas bancarrotas a las que llegan algunos antes de decidirse a abandonar su dependencia. «La cifra más elevada que he oído gastar son 800 millones de pesetas», comenta Vildosola, «pero no todo el mundo alcanza esos extremos, aunque los créditos hacen estragos».

Pese a los dramáticos casos con los que se enfrentan a diario, los miembros de Ekintza Aluviz no abogan por la prohibición del juego. «Lo único que pedimos es que se legisle y luego se aplique esa legislación», comenta Vildosola. Y aunque afirma estar «bastante conforme» con el primer punto añade unas cuantas matizaciones al segundo. «Es urgente que se evite que los niños jueguen a las tragaperras en los bares, por ejemplo instalando un control remoto como sucede con las máquinas de tabaco», comenta, «y también que se evite la publicidad agresiva de loterías y apuestas».

Vildosola también se muestra crítico con el departamento de Juegos y espectáculos del Gobierno Vasco. «Hasta hace poco no tenían ningún tipo de contacto con nosotros», comenta, «y aun hoy ocurre algo insólito que no te encuentras en ninguna otra parte de España».«En todas las comunidades autónomas es posible pedir que te prohiban la entrada a casinos y bingos si tienes problemas con el juego», explica, «pero el País Vasco es el único sitio donde no puede hacerse a nivel estatal sino sólo de la CAV, se dan casos de gente que viaja a Cantabria y vuelve a caer».

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