Y más muertos por las lluvias

En las últimas horas dos personas han muerto como consecuencia de las lluvias en la provincia de Huelva. Uno de los fallecidos, José Anarte, jubilado de 80 años, fue encontrado muerto ayer, probablemente a causa de un infarto, en un gran charco de agua a la puerta de su casa, incluída dentro del término municipal de Lepe. Además, el lunes murió el alcalde de Villarrasa, José María Bosa, en el kilómetro 11 de la carretera Almonte-Rociana, al chocar su vehículo, a causa del mal tiempo, con un autobús, informa nuestro corresponsal, De Candilejos. Málaga y la Costa del Sol despertaron ayer bajo las consecuencias de una catástrofe que no cesa desde hace una semana y que ha borrado casi todo vestigio de vida normal en la provincia, ocasionando siete muertos y 50.000 millones de pérdidas materiales. 

Ante las dimensiones del problema, las autoridades de Málaga se vieron ayer obligadas a decretar nuevamente la alerta roja o máxima alerta, mientras las previsiones meteorológicas, tanto para Málaga como para Andalucía, no hacian más que presagiar nuevos y violentos temporales. Concretamente, el gobernador civil de esta provincia, Francisco Rodríguez Caracuel, ha solicitado que se refuercen, con efectivos del Ejército de Tierra, los servicios operativos del Ayuntamiento, por las agotadoras jornadas en las que han trabajado los empleados municipales. La crónica de los últimos acontecimientos no varía demasiado de la de días anteriores, como no sea para ensombrecer aún más el panorama, ya que en la mañana de ayer, bajo intensas lluvias y fuertes vientos, volvían a crecer peligrosamente los ríos y se desbordaban los arroyos en toda la provincia. La N-340 estaba cortada, no sólo en el polígono Guadalhorce, sino también en otros puntos de la costa, especialmente en Estepona. El alcalde de Málaga anunció que ayer mismo había solicitado que la zona fuera declarada catastrófica. 

También existe entre los malagueños indignación por la escasez de medios e infraestructura, y por la poca importancia que se presta a la situación local en los medios de comunicación nacionales. Los numerosos testimonios recogidos por este diario pueden resumirse en frases como estas: «Si la mitad de este desastre se estuviera produciendo en el País Vasco o en Cataluña, el despliegue informativo sería impresionante, pero aquí parece que los periodistas sólo vienen en verano a ganar dinero con los famosos y figurones». Por su parte, en Sevilla cerca de 20 localidades sufrieron ayer inundaciones, mientras que en el Campo de Gibraltar (Cádiz) se esperaban fuertes lluvias.

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