Dakota Johnson la sadomasoquista

De Anastasia Steele se sabe todo o casi todo, desde sus problemas durante su etapa estudiantil hasta los confines más remotos de su intimidad, expuesta ante el mundo por obra y gracia de su creadora, una E. L. James que se ha hecho de oro con las tres novelas sobre los peculiares y muy intensos amantes de las Cincuenta sombras de Grey. 

Lo de Dakota Johnson ya es otra historia bien distinta, una joven cuyas señas de identidad se han asociado permanentemente a la grandeza y el peso de sus padres, Melanie Griffith y Don Johnson, pero cuyo recorrido personal y profesional ha dejado a muchos preguntándose quién es en realidad la aspirante a convertirse en un nuevo fenómeno de masas a nivel global.

Es algo, sin duda, que está a punto de cambiar. Su decisión de aceptar el papel en la adaptación cinematográfica de la novela conlleva mucho más que hacer una película. A partir de ahora, la joven de 23 años estará en el disparadero de los medios de Hollywood bajo el escrutinio constante del batallón de fotógrafos que se ganan la vida en Los Ángeles y otras grandes ciudades con los movimientos y las miserias de los famosos de la gran pantalla.

Ya la semana pasada comenzó a vivir en sus propias carnes las implicaciones de semejante papelón. Las cámaras captaron su salida a la calle, vestida con una camiseta blanca y unos pantalones vaqueros cortos, confirmando lo que ya dijo en alguna ocasión, que lo suyo son "las camisetas y las Converse", como parte de su estilo desenfadado.
Así la describen los directores que han trabajado con ella, como una actriz dulce y dócil pero de carácter, capaz de hacer cualquier cosa por su profesión desde que supo que era lo suyo, casi desde la cuna.

Johnson no ha defraudado en su corto camino profesional, ni a los que le han elegido, ni a sí misma. Desde muy pequeña tuvo claro lo que había, una vida de cine por delante. Aunque aclara que ni sus padres ni después Antonio Banderas se metieron en eso de darle demasiados consejos sobre su método en pantalla. Según explica ella misma, el malagueño se dedicó a transmitirle los matices de su papel en el que significó su debut cinematográfico con sólo 10 años. Con Crazy in Alabama todo quedó en casa, una cinta dirigida por Banderas, de quien siempre habló maravillas (al menos de puertas para afuera), y la oportunidad de trabajar junto a su madre en la gran pantalla.

Sin embargo, explica que no recurrió a sus influencias para abrirse paso ni para aprender a ser mejor actriz. Más bien dice que crecer como hija de famosos "fue un proceso difícil por varias cuestiones, asuntos psicológicos que tuve que enfrentar pero que con el tiempo he superado y me han hecho más fuertes", según confesaba en una entrevista con Access Hollywood.

"Me ayudaron con cosas normales, como el seguro del coche, cuestiones de padres con sus hijos, nunca consejos sobre cómo ser mejor actriz". Es algo que le surgió de forma natural, sin pasar por escuelas formales de interpretación como cientos de sus colegas antes que ella. "Estudié un poco durante mis años de bachillerato y fui a algunas clases un tanto extrañas", admite, antes de entrar de lleno en la meca del cine un poco por instinto. Después, con el tiempo, se acostumbró a los roles que le pusieron por delante, incluyendo la improvisación en muchos de ellos.

"Esta es mi pasión, mi trabajo. Lo quiero más que a nada en el mundo", dijo Johnson al USA Today. "¡Soy tan feliz cuando estoy trabajando! Me gusta improvisar, la comedia...", algo que sintió desde que era muy pequeña viendo a sus padres actuar en Corrupción en Miami y en Armas de mujer, por ejemplo. "Supe siempre que la interpretación era lo mío. Además, no sé hacer nada más".

Con el beneplácito de su padre, —"un tipo brillante, el más inteligente que he conocido, y el mejor padre posible", dice de él— y el apoyo explícito de su madre, se lanzó a hacer carrera en el mundo del espectáculo, haciendo de niña y compartiendo cartel con su hermanastra, Stella Banderas.

Pese al arranque tempranero, tendría que esperar unos cuantos años para volver a tener un papel de relevancia, esta vez a las órdenes de un maestro como David Fincher, que la incluyó en su lista de jóvenes talentos junto a Jesse Eisenberg, Andrew Garfield y Justin Timberlake en La red social. Por cierto, que compartió una escena de cama con el actor y cantante, preludio de lo que ahora está por venir. En la aplaudida cinta, premiada con el Oscar al mejor guión adaptado, Johnson hace de la chica que presenta a Mark Zuckerberg y a Sean Parker, fundador de Napster e interpretado por Timberlake. "Fincher me dijo que tenía la capacidad de hacer de persona ingrata muy bien, lo que fue todo un gran piropo viniendo de alguien como él", explicó durante la promoción de la película. Halagos como ése le ayudaron a ampliar su portafolio de títulos.

En total, ha intervenido en 12 películas, incluyendo 21 Jump Street, junto a Jonah Hill y Channing Tatum, y Cymbeline, un proyecto junto a Ethan Hawke y Ed Harris basado en una obra de William Shakespeare que se estrenará el año que viene.

Sin embargo, sus ganas y su determinación aún no han convencido a su legión de detractores, los mismos que decidieron unir fuerzas para hacer una petición en internet y desbancarla, junto a Charles Hunnam, de tan jugoso papel. Esperaban ver en cartelera a Matt Bomer en el rol de Christian Grey, el millonario con gustos particulares en el dormitorio, y a Alexis Bledel en la piel de Anastasia, la joven estudiante seducida por Grey.
Johnson aún no ha tenido tiempo de pronunciarse al respecto, un protagonismo que sabe que tendrá que compartir con el británico, también relativamente desconocido en Hollywood pese a la diferencia de edad con su compañera de reparto: 10 años.

Sí queda claro, casi cristalino, que habrá escenas de cama en cantidad, una situación con la que Johnson ya se ha enfrentado en el pasado. "Esas cosas son siempre un poquito incómodas al principio", dijo en relación a la que protagonizó en Five-Year Engagement. En casa le pueden dar buenos ejemplos al respecto. Empezando por su abuela, Tippi Hedren, quien se convirtió en la obsesión sexual del maestro Alfred Hitchcock. Sus apariciones en los filmes del británico Los pájaros y Marnie, la ladrona no incluyen sexo explícito pero sí están cargadas de erotismo y fetichismo. Por otro lado, su madre nunca fue una bomba erótica como Sharon Stone o Kim Basinger, pero también la hemos podido ver fogosa en la gran pantalla en filmes como Algo salvaje o limpiando la casa en ropa interior en Armas de mujer.

No será, además, su primer papel protagonista. Ya asumió ese rol de forma reciente con una serie de televisión para la cadena Fox, Ben and Kate, aunque la idea no terminó de funcionar entre el público. El programa se canceló tras una sola temporada de emisión.

Lo que sí parece evidente, al menos desde el punto de vista de la revista Forbes, es que esta nueva aventura puede ser rotunda en el aspecto económico para la hija de Griffith, una historia comparable al fenómeno que supuso Nueve semanas y media en los 80 para las carreras de Kim Basinger y Mickey Rourke, pero que los estudios confían que tenga un mayor parecido a Crepúsculo o Los juegos del hambre. Si todo sale bien, Johnson podría ser la próxima Jennifer Lawrence o Kristen Stewart.

Queda por aclarar la cuestión de su novio, el músico con el que lleva saliendo durante más de cuatro años y con quien se dejó fotografiar en un balcón malagueño durante una de las célebres procesiones de la Semana Santa. La especulación digital es si eso durará o si tanto sexo fingido en cámara desembocará en un romance entre Dakota y Hunnam.
Johnson ha demostrado ser mujer de relaciones estables y nunca se ha dejado llevar por el frenesí hollywoodiense en ese sentido, aunque la relacionaran con Jake Gyllenhaal (Brokeback Mountain). "Tengo un novio con el que he estado durante un tiempo. Sólo he tenido relaciones de larga duración", siempre alejada del ámbito público en lo posible, sin cuenta de Facebook ni de Twitter, un bajo perfil que ahora le será difícil mantener.

1. UNOS AZOTES. En el primer libro, Christian Grey enseña a Anastasia a ser sumisa a base de azotes... Así lo describe el libro: "Me pone la mano en el trasero desnudo, me manosea con suavidad, acariciándome en círculos con la mano abierta. De pronto su mano ya no está ahí... y entonces me da, fuerte. ¡Au! Abro los ojos de golpe en respuesta al dolor e intento levantarme, pero él me pone la mano entre los omoplatos para impedirlo. Vuelve a acariciarme donde me ha pegado; le ha cambiado la respiración: ahora es más fuerte y agitada. Me pega otra vez, y otra, rápido, seguido".

2. A POR EL ‘BONDAGE’. Una vez iniciada en la sumisión, Anastasia pasa de nivel y Grey le hace probar el placer de ser atada. "Mientras me ata las muñequeras, se sitúa muy cerca. Tengo su pecho pegado a la cara. Su proximidad es deliciosa. [...]
Retrocede y me mira, con ojos entornados, lascivos, carnales, y yo me siento impotente, con las manos atadas, pero al contemplar su hermoso rostro y percibir lo mucho que me desea, noto que se me humedece la entrepierna".

3. FUSTIGADA. La fusta no podía faltar en este catálogo de fetichismo. Dakota se enfrentará a ella. "Cierro los ojos al cuarto, a él, a la fusta. De nuevo empieza a soltarme picotazos con la fusta en el vientre. Desciende, golpecitos suaves en el clítoris, una, dos, tres veces, una y otra vez, hasta que al final... ya, no aguanto más, y me corro, de forma espectacular, escandalosa, encorvándome debilitada. Las piernas me flaquean y él me rodea con sus brazos".

4. SEXO ANAL. El Marqués de Sade decía que se debía dejar entrar al placer por la puerta de atrás, Christian Grey está de acuerdo en ello. "Estos objetos no me parecen muy adecuados, Anastasia... —Coge el dilatador anal—. Este es demasiado grande. Una virgen anal como tú no debe empezar con éste. Optaremos por empezar con esto.

Levanta el dedo meñique, y yo ahogo un gemido. Dedos... ¿ahí? Él me sonríe con aire malicioso, y me viene a la mente la desagradable imagen del puño en el ano que se mencionaba en el contrato.
—Un dedo... sólo uno —dice en voz baja".

A pesar del divorcio de Don Johnson cuando Dakota tenía siete años, la joven actriz guarda una estrecha relación con sus dos padres. Con su padrastro Antonio Banderas rodó ‘Crazy in Alabama’.

Melanie Griffith nunca ha tenido el aura sexual de otras coetáneas como Kim Basinger o Sharon Stone pero en su filmografía no faltan los desnudos. Al principio de su carrera ya demostró que no tenía pudor al dejar ver el esplendor de su cuerpo adolescente en La noche se mueve. El detective interpretado por Gene Hackman no podía evitar caer turbado ante esa Lolita. Luego vendrían cintas como la muy tórrida Doble cuerpo pero quizás el clímax de su sensualidad llegaría con Algo salvaje, la comedia de Jonathan Demme en la que traía de cabeza a Jeff Daniels. Ahí demostraba que sabía usar unas esposas para atarlas a la cama. Algo que le será muy útil a su hija Dakota dispuesta a dejarse hacer todas las fantasías fetichistas de 50 sombras de Grey.  

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