Dormir poco envejece
Un adulto necesita de media siete horas de sueño para
funcionar de manera óptima. Sin embargo, recientes estudios revelan que más del
30% de la población de los países industrializados duerme menos de seis horas
diarias. Los llaman short sleepers (algo así como los durmientes efímeros) y
son cada vez más numerosos.
La contaminación lumínica y acústica, la
sobreexposición a los dispositivos electrónicos y el estrés son responsables de
trastornos que tienen algo en común: alteran el ciclo natural sueño-vigilia.
Uno de ellos, el insomnio, el más frecuente, implica sueño insuficiente o de
mala calidad unido a la incapacidad para funcionar al cien por cien durante el
día.
"Lo es todavía más entre el sector femenino. Se estima que de cada 10
personas con este problema, siete son mujeres", asegura Diego
García-Borreguero, director del Instituto de Investigaciones del Sueño.
Las razones son múltiples. Los cambios hormonales que se
producen a lo largo de la vida de una mujer pueden afectar a la calidad y al
ritmo del sueño. Por ejemplo, "la menopausia, momento clave que conlleva
una pérdida masiva de estrógenos, hormonas que contribuyen a evitar el
insomnio. Por eso en esta etapa se produce un incremento significativo de
este", afirma el especialista.
Cuando se alarga durante más de seis meses,
se convierte en crónico y puede acarrear problemas: "No solo está relacionado
con la inestabilidad emocional y la disminución del rendimiento, es también un
factor de riesgo para la depresión", añade.
Además, según el doctor José
Alcázar, jefe de servicio de Neumología del Hospital Quirón de Málaga, puede
afectar del mismo modo a la capacidad cognitiva, mermar la memoria a corto
plazo y provocar hipertensión.
El descanso insuficiente también influye en los procesos de
envejecimiento cutáneo. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Los
Ángeles revela que después de una noche pobre en términos de sueño, el proceso
de inflaming –envejecimiento cutáneo desencadenado por las microinflamaciones
nocturnas– se acelera considerablemente.
"En los insomnes, la molécula IL
6 –implicada en este proceso– se multiplica por tres", afirma Edouard Mavais-Jardis,
director de comunicación científica de Dior. El doctor Vicente Mera, médico
interno y responsable del programa de recuperación del sueño de SHA Wellness
Clinic (www.shawellnessclinic.es), resalta, por su parte, que la acción de
dormir contribuye a una eliminación masiva de toxinas responsables de manchas,
exceso de grasa o eccemas, y tiene un papel fundamental en el proceso de
hidratación natural.
"El insomnio repercute en una desecación de la piel y
es el responsable de ese tono cetrino tan característico de las mujeres que no
descansan", afirma. Pero, sin duda, la zona que más sufre es la mirada. La
piel que la rodea, cuyo grosor es de 0,5 mm, resulta muy vulnerable.
Los rituales cosméticos pueden convertirse en los perfectos
aliados en el proceso de relajación necesario para la desconexión cerebral. En
ese sentido algunas plantas aromáticas, como la lavanda, han demostrado gran
eficacia.
"Recomiendo meter toallitas impregnadas en esta esencia bajo la
almohada y convertirlo en una costumbre", asegura Vicente Mera. Otra razón
de peso para apostar por la cosmética antes de acostarse es la especial
receptividad de la piel, que aprovecha estas horas para emprender una
regeneración celular profunda.
"Se convierte en un lienzo perfecto para a la
hora de aplicar tratamientos ricos en nutrientes y vitaminas que colaboran
activamente en el proceso de renovación", aconseja Consuelo Mohedano,
directora de formación de Shiseido España.
Son numerosos los estudios que también asocian la falta o la
mala calidad del sueño con la obesidad. Según el doctor Vicente Mera se trata
de un fenómeno fisiológico. "La falta de sueño provoca alteraciones
hormonales importantes: los niveles de grelina, encargada de generar apetito,
aumentan, mientras que los de leptina, cuyo objetvo es el de saciar,
caen".
Los cerebros insomnes reciben señales de que su cuerpo está
hambriento, por eso son más proclives a engordar. Otra razón más para intentar
dormir bien...
Después de una noche de insomnio, el proceso de
envejecimiento cutáneo se acelera considerablemente.
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