Una final maratoniana

La mesa finalista de Deauville prometía ser una de las mejores de esta temporada y la verdad es que a nivel general nadie quedó defraudado, pero eso sí, durante las diez horas y media de mesa final lo que se llegó a ver en el casino normndo fue un duelo táctico, con una mezcla de paciencia y cautela que ya podría irritar al más calmado de cuantos allí acontecían. Para el ganador, Vadzim, su paciencia valió la pena, pues además de convertirse en el nuevo campeón, fue 875.000 euros más rico. Kursevich se enfrentó de nuevo a Paul Guichard en el cara a cara final, los dos jugadores que se habían intercambiado el liderato de camino al último escollo. El desenlace era el esperado: una sesión maratoniana que acabó coronando a uno de los mejores jugadores de la final. Aunque el final bien podría haber sido al contrario.

Kursevich era el que ostentaba una gran ventajasobre su rival cuando llegamos a la cima, de 23 a 3 millones. Guichard necesitaba una buena dosis de suerte, y la encontró por duplicado para equilibrar la balanza. En la última mano, como un tsunami en una mar completamente inerte, el proyecto de escalera y color de Kursevich se enfrentó al trío de Guichard y se completó en el river, enviando al bielorruso a la gloria y al francés al más profundo de los pozos.
"No me lo puedo creer", dijo Kursevich. "Es como un sueño. Muchas veces acabas 28º, quinto e incluso segundo y piensas... '¿Qué tengo que hacer para ser el campeón?' pero cuando lo eres es la mejor sensación que se puede tener".

Aunque para aquellos que siguen el European Poker Tour de cerca, la historia más destacada de la jornada era la de Luca Pagano. El resultado obtenido por el italiano le devuelve a la cima de la tabla de clasificación. El Team Pro de PokerStars estaba jugó su séptima mesa final en un EPT y cosechó su 10ª caja. Pero una vez más Pagano cayó en la última valla. Cauteloso y pragmático, Pagano confesó esta semana que no importaría, si esa escurridiza victoria en el EPT no llegaba en esta ocasión. Simplemente lo seguiría intentando una y otra vez hasta conseguirlo. Y eso es lo que hará.

Pero lo mejor es que su rostro, mientras trataba escapar de un raíl repleto de observadores, no daba a entender lo mismo que sus palabras. En realidad, haberse quedado tan cerca otra vez sí le importaba. ¿Cuándo ganará Luca Pagano un EPT?, nos preguntamos. Seguramente lo haga alguna vez pero... no se sabe cuando. La partida de Pagano, que tuvo lugar tras la salida de Mick Graydon, fue la última en mucho tiempo. El sol se había puesto ya, y Pagano habría tenido tiempo de volver a Italia, cuando Olivier Rogez cayó en sexta posición tres horas más tarde.

Rogez había explicado que ganar ese asiento para el EPT Deauville era sin duda su mayor logro hasta la fecha como jugador. Todo eso quedó atrás. Puede que su eliminación no fuera demasiado importante, pero su logro puede servir de inspiración para los demás. Bruno Jais tenía también su propia historia, habiéndose clasificado para el evento gracias a un missclick que le llevó a inscribirse en un satélite de 600 euros cuando quería jugar uno de 10. Dicho error le dejó con un solo Euro en su cuenta de PokerStars, ahí es nada. Ahora podrá usar los 200.000€ que se adjudicó por el cuarto puesto para sanearla.

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